El espíritu de la Navidad para muchas personas es únicamente un estado de ánimo; pero para otras es el manto protector que envuelve al mundo durante los días que se recuerda el nacimiento de Jesucristo.
-La Navidad es una oportunidad para contemplar el gran misterio del regreso de Dios, quien, hecho hombre, viene a salvarnos -apunta el Pbro. Edilberto Pérez Albornoz, vicario de la parroquia del Santo Niño de Atocha, quien el miércoles 27 próximo festejará sus bodas de plata (25 años) como sacerdote.
-El espíritu de la Navidad nace en nosotros al reflexionar sobre este hecho -agrega. De acuerdo con el sacerdote, si bien aún se conserva este sentimiento, la celebración se ha convertido, más que en el encuentro con Dios, en una festividad externa, disfrazada de regalos y cosas superfluas que poco o nada tienen que ver con la esencia de la Navidad.
Los adornos, la música, las luces de colores, el árbol y el nacimiento deben servir para crear el ambiente de oración y buscar el encuentro personal con Dios por medio de Jesús.